Muertes curiosas de músicos: ¿prevención de riesgos?


A diferencia de lo que sucede en otros ámbitos de la creación, los compositores son en general creadores poco dados a vivir aventuras en el mundo exterior. Muchos novelistas, poetas y ensayistas han luchado en guerras y navegado por los siete mares, han estado tras las barricadas en revoluciones de todo tipo y participado en duelos por asuntos de honor... Episodios que han alimentado su obra para darle un tono de realismo y unos detalles difíciles de obtener de otra manera. Algunos han muerto en esas aventuras o han quedado marcados para siempre.


Los compositores, salvo casos verdaderamente excepcionales, no han vivido nada de eso. Probablemente porque el alimento para su espíritu no se encuentra en el campo de batalla ni a bordo de un velero ni viajando por todos los confines de la Tierra. Por eso hay pocas muertes heroicas en su gremio. Sin embargo, sí las hay absurdas. Muertes que terminaron de la forma más inesperada con carreras prometedoras o ya consolidadas. Aquí van algunas de ellas, por orden cronológico.
 
1687. Jean-Baptiste Lully es, a los 54 años, un triunfador en el más estricto sentido de la palabra. Ninguno de sus contemporáneos le hace sombra, ha sido nombrado secretario del rey Luis XIV, cada una de sus obras es acogida con entusiasmo y hasta un escándalo de índole sexual ha quedado en el olvido por la influencia del monarca que lo protege. Un día, durante un concierto, se clava en un pie el pesado bastón con el que marca el compás a sus músicos. La herida se infecta y los médicos recomiendan cortar la pierna, a lo que el compositor se niega. Muere el 22 de marzo en París tras una larga agonía.
 
1695. Henry Purcell, para muchos el mejor compositor que han dado las islas británicas, tiene 36 años, aunque el dato no es del todo seguro porque se ignora la fecha exacta de su nacimiento. Organista de la Capilla Real y la Abadía de Westminster, Purcell ha obtenido éxitos memorables con ‘The Fairy Queen’ y ‘Dido y Eneas’, que contiene una de las arias más bellas que se han escrito jamás. En noviembre de 1695, el compositor vuelve tarde a casa y con signos inequívocos de haber bebido en abundancia. Su esposa, seguramente cansada de vivir esa misma escena, se niega a abrirle la puerta. Hace frío, hay una intensa humedad y Purcell pasa varias horas en la calle. La consecuencia es un gran resfriado que lo lleva a la tumba. Otras fuentes más caritativas dicen que murió de tuberculosis.
 
1888. Charles-Valentin Alkan es, a los 74 años, un mito del piano en su doble faceta de intérprete y compositor. Ha cultivado la amistad de los más grandes de la música y la literatura, de Chopin a Victor Hugo, y es el autor de un Concierto para piano solo que es un endiablado ejercicio de virtuosismo capaz de agotar a cualquier intérprete. El 28 de marzo, Alkan, cuya ascendencia es judía, está ya en la cama de su casa de París cuando decide leer unas páginas del ‘Talmud’. La estantería está sobre el lecho y, al extraer el volumen de la misma, el mueble se viene abajo, aplastando al compositor.
 
1899. Ernest Chausson lo tiene todo. Nacido en el seno de una familia burguesa, ha recibido una educación exquisita, se ha licenciado en Derecho, ha sido nombrado abogado de la Corte de París y ha compuesto una obra no muy abundante pero de un exquisito lirismo. También es dueño de una importante colección de arte y una casa con un amplio jardín en Limay. Aficionado a cuando signifique modernidad, entre sus propiedades está también una bicicleta. Una mañana de primavera sale a dar un paseo con ella. Al regresar, pierde el control y se estrella contra el muro de su casa, fracturándose el cráneo. Meses antes había cumplido 44 años.
 
1916. Enrique Granados protagoniza la única muerte absurda pero con tintes de heroísmo de esta serie. A los 48 años, acaba de obtener un gran éxito en el Metropolitan de Nueva York, en el estreno de su ópera ‘Goyescas’. Incluso es recibido en la Casa Blanca por el presidente Wilson. Esa invitación hace que deba retrasar su viaje de regreso a España. En la ruta entre Gran Bretaña y Francia, el ‘Sussex’, el buque en el que viajaba con su esposa, es torpedeado por la Marina alemana. El camarote de la pareja está a popa, la parte del barco que queda a flote, pero ellos se hallan en proa en ese momento. Granados es rescatado por una lancha de salvamento, pero al ver que su mujer continúa en al agua se arroja al mar para salvarla y se ahoga.
 
1935. Alban Berg es, tras la marcha a EE UU de Arnold Schönberg, la figura más importante de la música dodecafónica en Europa. Sin embargo, su obra ha sido prohibida en Alemania, donde esa corriente musical entra de lleno en lo que los nazis consideran ‘arte degenerado’. En abril abandona la escritura de la ópera ‘Lulú’ para comenzar un Concierto para violín y orquesta en memoria de Manon Gropius, la hija del arquitecto Walter Gropius y Alma Schindler, compositora, agitadora cultural y viuda de Mahler. La chica había muerto de poliomielitis a los 20 años, y el concierto en su recuerdo lleva el subtítulo ‘A la memoria de un ángel’. Poco después de concluirlo, Berg sufre la picadura de una abeja. La infección deriva en una septicemia y el compositor muere el día de Nochebuena, a los 50 años. El Concierto se estrenará en Barcelona justo dos meses antes del inicio de la Guerra Civil.
 
1945. Anton Webern fue amigo de Berg y alumno de Schönberg, así que hay fuertes vínculos entre ellos más allá de lo insual de sus muertes. Webern sufrió también la marginación por parte del Gobierno alemán a partir de 1933 y solo después de su muerte se recuperó un porcentaje elevado de su obra, influyente pero muy corta. Al acabar la guerra, Webern, que tiene 61 años, se traslada a Salzburgo, pensando que allí no será molestado. El 15 de septiembre por la noche, después de un desagradable episodio con la Policía, que acusa a su yerno de contrabando, sale a fumar un cigarrillo a la puerta de su casa. Un soldado norteamericano que patrulla por la zona –algunas versiones dicen que va bebido– se alarma al ver la llama del encendedor y dispara contra el músico, que muere. 


Comentarios