1. Mayor estabilidad laboral.
Habitualmente las personas en esta franja de edad buscan estabilizarse, ya que suelen tener responsabilidades como familia o hipotecas, por lo que suelen restringir su capacidad de movimiento. Por ello, si el trabajador se siente motivado en su puesto de trabajo, la búsqueda de estabilidad se traducirá en mayor lealtad a la empresa y sus objetivos.
2. Mejores interlocutores.
La experiencia de estas personas hace que estén habituados a tratar con clientes o proveedores. Esto hace que normalmente sean buenos interlocutores en procesos de negociación y tendrán más soltura que otros trabajadores con menos recorrido.
3. Mayor experiencia vital y bagaje
Ese bagaje y un control de las emociones mayor, predispone a los trabajadores mayores de 45 años para ocupar puestos de responsabilidad. Puestos en los que habitualmente hay que tomar decisiones complejas y que tal vez un trabajador más joven no sabría cómo afrontar.
4. Red de contactos
Una persona con una carrera a sus espaldas tiene una amplia red de contactos en distintos sectores de los que la empresa puede beneficiarse para localizar nuevos proveedores, inversores o clientes.
5. Subvenciones y otras ayudas económicas
Existen beneficios que pueden ayudar a que la balanza se decante por uno de estos trabajadores.
Fuente: factoo.es
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